La sensación de presiones y exigencia se alimenta de tu forma de establecer estándares y expectativas para tí mismos o para los demás.
Aprender a relacionarte con ellas de manera óptima te permitirá garantizar calidad de vida y resultados sustentables para ti y para los integrantes de tu equipo.
Muchos de nosotros hemos sido educados bajo la siguiente creencia: la exigencia personal y la presión dan mejores y mayores resultados. Si revisas tu historia, encontrarás ejemplos que lo confirman.
Mala noticia. Aunque tiene buena prensa, los aportes de la exigencia y la presión son limitados. Su contribución desaparece pronto para transformarse en costos personales y frustraciones. Te chocarás muy pronto con tu propio techo y continuar presionando(te) y exigiendo(te) más ya no te dará mejores y mayores resultados.
Si tienes esa sensación debes plantearte que para producir el próximo saldo en tu crecimiento tendrás que revisar aspectos más profundos sobre ti mismo.
Mediante el coaching ejecutivo y de alto rendimiento podrás revisar tu modelo de creencias y sustituir la creencia “exigencia y presión” por la creencia de “excelencia”.
Comienza por revisar tu perspectiva
Detente a revisar esas tus creencias, no es fácil ya que son transparentes. Piensa si tus expectativas son realistas teniendo en cuenta tus capacidades y especialmente el momento en el cual te encuentras. ¿Son esos estándares realmente alcanzables y necesarios?
Establece metas posible dentro del contexto de tu vida
Tu vida está compuesta por múltiples aspectos e intereses y debes verla como un TODO EQUILIBRADO. Enfócate en metas alcanzables y medibles. Luego haz el ejercicio de partirlas en objetivos más pequeños y manejables. Poder medir tu progreso te permitirá gestionar tu propia motivación y recargar pilas para seguir adelante sin la sensación de presión.
Celebra tus logros
Sin importar cuán pequeños sean. Tienes que aprender a valorar tus esfuerzos. Y por cierto, deja de enfocarte principalmente en las áreas en las que no alcanzaste la perfección. Poco a poco irás construyendo una mentalidad de éxito y podrás aumentar tu autoconfianza.
Trabaja sobre la autoaceptación
Valorarte tal como eres, reconociendo fortalezas y debilidades te permitirá sostener lo que vale la pena y también revisar los aspectos personales que no son funcionales a tus resultados. Aceptar no es resignar. Cometer errores es parte de todo proceso de aprendizaje
Busca un coach experimentado
Un coach podrá ofrecerte apoyo y orientación en todos los pasos que te hemos descrito. Ayudarte a identificar patrones de pensamiento y comportamiento perfeccionistas y proporcionar técnicas específicas para modificar esos patrones y hábitos.
Recuerda que es importante que seas paciente y compasivo contigo mismo. El coaching puede ser una valiosa herramienta para ayudarte a desarrollar una relación más equilibrada entre tu bienestar y tus resultados.
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